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lunes, 7 de enero de 2008

Fabia


Por Miguel Angel Di Benedetto
Es cierto Pro... A mí me mató la ambición.

Esta voz es Fabia, treinta y pico, ojos verdes, cascada de rubios cabellos enmarcando una boca sensual.

-Siempre laburé, estudié marketing. En la empresa soy la mejor conceptuada.
Sin faltas, atenta a todo. ¡Y con esta pinta, Pro! Con el trabajo de mi ex nos iba muy bien. El es rocho, pero no un vulgar ratón, ¡eh!, de prima, Pro, le juro. Quedo
embarazada, nace Pelín, hermoso el guacho; se amplía la casa, crece la empresa.
Mi vida sucede entre mi hijo, el trabajo y el estudio. Mi ex hacía buena guita. Un tiempo se fue a Europa. Ahí todo rebién; pasaporte, buenas pilchas y lo mejor: guita fresca. Hasta que lo nuestro terminó. Separación. Reparto de bienes.

Conozco al Topo, jefe de la banda de mi ex. ¡Un capo, Pro! Entro en la banda. El nene era muy chico, sola, las responsabilidades de la casa, el auto...

Con cariño e infinita paciencia el Topo me fue enseñando. Llamaba al trabajo “Operativo”.Dejaba a Lucio con la chica y me mandaba al antro. Ahí se repartían los roles del plan y ¡a la lona! Durante más de cinco años duró este vértigo de adrenalina, ¡a mil, Pro, a mil!

Lo primero que hice, compré un cuaderno para anotar la guita que entraba.
Una es organizada. Así no me garcan los chabones. Soy la mujer del jefe, ninguno se hace el piola. ¡Buena gente los muchachos! Pero, por si las moscas...

En un año ochenta mil pesos, puse una casa de ropa, cambié el auto. ¡Todo Ok!
De mis amigas la única que sabía esta historia era Chichita, el resto, compañeros de la empresa y jefes, nada. Los operativos rotaban por toda la provincia y el interior.
Me mudé de casa, compré otro auto, una moto de agua, puse una heladería, mis gastos mensuales superaban las cuatro lucas, el nene iba a inglés, vacaciones en tiempo compartido, ¡lo mejor!

No crea que todo era fácil, dos o tres veces caí en cana. Y a la yuta hay que adornarla. Recuerdo una vez; el tipo que “hicimos” se puso como loco, me mandó al tefrén. En la taquería el principal me hizo pasar a la piecita del fondo y me dijo:

-Negrita, no te hagás la boluda,

¿cuánto hicieron?

-¿De qué habla? No sé nada. ¡Ni siquiera estaba ahí!

-El tipo me bate la justa, Negra...

-Mirá, no hagás quilombo. Sabés que si me encanan, el tordo Muye me saca al toque y mañana estoy en mi casa. ¿Qué hizo el forro, Pro? ¡Me cometeó! ¡En la taquería! ¡No hay decencia! Total, le dejé todo el toco. ¡Y el forrazo ni siquiera me dio una moneda para el bondi! Le tuve que pedir al comisario.

En la “orga” contactaba al entregador del banco. ¡Lugar, fecha, monto! ¡La precisa! Iba a un bar con el punto y pasaba el dato. En el operativo era la primera, reconocía el ambiente, la logística”, como dice el Topo. En algunos bancos yo tenía cuentas y siempre tuve dos o más tarjetas. Luego subía al auto de apoyo y por el handy batía. Nunca por celu. ¡No hay que ser dolobu! Entraban los muchachos, hacían el laburo y me adelantaba a esperarlos. ¡Cambio de auto y a volar! Reparto de guita, siempre en partes iguales y a guardarse hasta el próximo.

Un día llaman a la puerta. ¡La yuta! La taquería. El principal: ¡Caíste, Negrita, caíste!
Y me tira un sobre con fotos: hablando con el entregador, en el auto, cintas grabadas. ¡Me cagaron! Durante tres meses fueron mi sombra. Pensé: “Se acabó, Fabita”. El fiscal pidió quince años. En el último afano, un guardia se hizo el héroe y los muchachos lo cuetearon, con tanta mala leche, que el tipo murió a la semana.
¡Y bué! ¡Ya está! Llevo cinco años adentro. Soy relegal, terminé el primario, hice el secundario, empecé una carrera universitaria y cuando salga voy a poner una peluquería. Volveré a la empresa, a mi hijo... Lucio cumple once el martes, el papá me lo trae. Es un garrón estar separada de los afectos. Sé que el tiempo es el único bien que no se recupera, por eso le aconsejo a las nuevas que aprovechen la “estadía”, estudien, hagan “oficio” y no vuelvan a la tumba nunca más. Este castigo lo merezco, no estoy acá por un kiosco o un par de zapatillas. Aprendí, le juro, que aprendí: A mí, me mató la ambición.

1 comentario:

Sofii dijo...

Geniales los cuentos!!!

Les paso el link a una revista literaria muy buena:
http://ensentidofigurado.com/actual.pdf


Y un portal: www.axxón.com.ar